Ese es el caso de esta historia, Hunter. La creé a partir de otra historia que tenia en mi cabeza, se podría decir que fue una especie de...¿prologo? para una historia mayor, pero que me gustó tanto que decidí escribirlo.
Si a alguno de los cuatro gatos que me leéis os da por leer esta historia, quiero que entendendais un par de cosillas. La primera, que solo es un capitulo, la historia en si no conseguí terminarla, no me veo capaz de mancillar algo así con mi manera de escribir. La segunda, que en esta historia apenas cuento nada, vendría a ser una presentación. La tercera, no es que sea una mala historia, sino que está mal contada, contada por mi, en primera persona, ¡y en presente!
Bueno, ahí va:
Oscuridad…
Esta oscuro…
¿Voy a morir aquí?...
Un fuerte dolor repentino en mi mejilla derecha me hizo abrir los ojos. No era capaz de ver nada, estaba tan oscuro que no era ni capaz de ver mi propia sangre derramándose por la camiseta. El dolor se traspasó a la mejilla izquierda, creo que me pegaban una paliza, por supuesto que no tenía ganas de sentir dolor, ni siquiera a mí me gusta, así que reaccioné:
-¡HEY! ¡AL HIJO DE PUTA QUE HA TENIDO LOS COJONES DE ACERCAR SU PATETICO PUÑO A MI CARA! ¡NOMBRE, PROFESIÓN Y MOTIVO POR EL QUE QUIERES MORIR!
-¡Jajajaja! Encerrado en una habitación sin espejos, completamente a oscuras, rodeado de gente armada, ¿y tienes el valor de amenazarme? Soy Valentine, miembro de la división de guardaespaldas de Crhonos y estoy aquí porque mi jefe quiere verte muerto.
-¿Valentine? Mira, te voy a decir 4 cosas, no soy el tío de los espejos, soy un cazador, veo en la oscuridad, y de las 36 personas que había en esta sala, solo quedamos tú, yo y uno más.
Jugada maestra, uno de los 36, aterrorizado, prendió la luz permitiendo aumentar mi campo de visión.
Acto seguido, todo el mundo empezó a disparar sus grandes fusiles de asalto. Sorprendentemente, del susto, todos dispararon a lo primero que tenían delante, sus compañeros.
Ojos, brazos, piernas, todo aquello capaz de amputarse voló por la habitación, pasando a tener un sabroso color sangre.
A los 5 segundos, mi mentira se había hecho realidad. Al único superviviente, como premio por haber logrado sobrevivir, le dejé morir rápidamente. Pero a ese tal Valentine, le esperaba otro destino.
El muy necio se hallaba acurrucado en una esquina, con los brazos sobre la cabeza.
-Tranquilo, mi jefe no me ha enviado para matarte, es más, te necesita con vida. Si vienes conmigo pacíficamente, estoy seguro de que no te harán ningún daño.
Se levantó llorando, con las manos en alto, las mismas manos que habían tenido la desfachatez de golpearme.
Fue rápido, le puse una rodilla en el pecho, y fui tirando hacia atrás poco a poco. Gritó hasta sangrarle la garganta, mientras la piel se le desgarraba y los huesos se desencajaban.
Una vez terminé, la sangre salía a chorros de sus hombros mientras él se retorcía de dolor en el suelo, pidiendo que lo matara. Pero tenía una misión que cumplir, un brazo más un brazo menos no lo iba a notar mi jefe, pero dijo expresamente que lo dejara vivir.
Dios mio, pero que historia mas patética ahora que la leo...en mi mente quedaba de puta madre. xD
Tengo otros dos capítulos infinitamente mejores que esto. Creo.
MOLA!!! io kiero saver komo sigue ^^ cuanta sangre! ^^
ResponderEliminarta guay
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